3 oct 2011

Erotismo

El erotismo, dentro de su dimensión en el imaginario, es insinuación e invitación, manteniendo el deseo en lo que se diferencia de la pornografía, que tras ser una iterativa y fallida relación de objeto, ahoga el imaginario. El efecto erótico no es comparable a una especie de condicionamiento de tal a cual parte del cuerpo por ejemplo; no es una simple señal del placer o del sexo. No se trata justamente de mostrar, de señalar, sino, por el contrario, de ocultar, o de ocultar para mostrar mejor. El deseo implica carencia, dado que deseamos lo que nos falta, recordando que el deseo es posterior a la necesidad, justamente porque fue satisfecha. Aquí, podríamos articular al erotismo con la repetición de satisfacciones imaginarias, siendo el erotismo el deseo del deseo, así como el deseo es deseo de placer.
Durante milenios se consideraba que la sexualidad era solamente instintiva. La psicología contemporánea la define como un comportamiento biológico, psicológico y social. De manera que el sexo tiene como componentes el instinto, los sentimientos, el amor y el deseo, así como lo erótico, lo cual será una conducta aprendida y dependerá de la cultura en que se desenvuelva la pareja.

Su lenguaje es la sugestión, la seducción, el detalle, la insinuación, la invitación gestual y un imaginario de conductas dependiendo del entorno cultural donde se viva. En algunas sociedades, por ejemplo, puede ser erótico mostrar partes del cuerpo mientras que en otras, ocultarlo. El erotismo es el mecanismo que genera el amor sensual, la atracción intensa y la pasión y excitación sexual de las personas. En la cama, el erotismo tiene una forma de comunicarse por intermedio de las zonas erógenas, incluyendo la intimidad, el sexo, el placer y la reproducción. Se expresa personalmente o en compañía, mediante fantasías, deseos, pensamientos y relaciones sexuales. Es en su medida el mecanismo que genera el amor sensual, la atracción intensa, la pasión y excitación sexual de las personas.

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